La mujer complaciente

Si hay algo que sabemos hacer la mayoría de las mujeres educadas en el patriarcado es complacer: no en vano se nos ha forjado para ello. Y si hay un motivo por el que lo seguimos haciendo una vez adultas, unido al desconocimiento de otros modos más sabios de lograr nuestro objetivo, a la fuerza de la inercia y a la falta de conciencia, es el de sentirnos aceptadas y queridas. La voluntad de aceptación y cariño en nada es problemática. El problema es el modo en que se nos ha enseñado a suplirla: a través de la complacencia sistemática y no selectiva, generalmente automatizada y por tanto no consciente ni elegidaSeguir leyendo «La mujer complaciente»

Anuncio publicitario