Cansada de vivir, morí
Cansada de ser, no fui
Cansada de esperar, desesperé
Cansada de temer, asumí
Cansada de buscar fuera, me resigné a mí misma
Cansada de hablar, callé
Cansada de esforzarme, me dejé
Cansada de agitarme, me aquieté
Cansada de moverme, paré
Cansada de buscar razones, incomprendí
Cansada de buscar sentido, me uní a la inanidad
Cansada de resistir, acepté
Cansada de la vigilia, dormí
O bien, ¿cansada del sueño, desperté?
Cansada, descansé
Cansada de aferrarme, solté
Cansada de reprimir lágrimas, lloré
Cansada de escudarme tras proyectos, desmentí
Cansada de cubrirme, desnudé
Cansada de imaginar, caí
Cansada de huir, afronté
Cansada de entorpecer la tristeza, entristecí
Cansada de llevar las riendas de mi vida, arrojé
Cansada del empeño, abandoné
Cansada del control, me dejé ir
Cansada de buscar amor, asumí el desamor.
Sin fuerza, cesé el esfuerzo
Sin apetencia, descansé en la apatía
Sin compañía, asumí mi soledad
Sin sueños, acepté la vigilia
Sin ilusiones, me reconcilié con lo que es
Sin metas, renuncié
Sin sentido, acogí la futilidad
Sin algo, me uní a la nada
Sin ánimo, admití el desánimo
Sin ser, me reconcilié con el no ser
Sin conseguir, cesé el intento
Sin ver, reconocí mi ceguera
Sin refugio, acepté la desprotección.